Este desastre es más tuyo que mío, por eso me gobierna como un parásito.
Me gobierna un parásito que vive con vicio de mí.
Que dice:
Imagina que.
Me duele que.
Me encuentro que.
Me pierdo qué.
Qué por qué es menos.
Menos de un yo sin ti y de que entiendas.
Menos por menos son más "qués".
Entonces,
si el parásito se sabe dueño y gobernante viene y me hiere.
Navega en la corriente del pensamiento.
En esta consciencia de la cual me desligo y que es esto que acabo de decir.
Navega luego en otras, en corrientes más superfluas, y se queda estancado en un fa sostenido en sístole, colapsando un mi en diástole.
Un mi a mí, sin voz.
Mudo como aquel que te dice que no temas y lleva el miedo atado a la laringe.
A la, a mi, a fa, a si.
"Y si..."
Imaginaquemeduelequemeencuentroquemepierdoqué
Siempre pierdo.
Tu parásito no sabe mentir.